Pareciera que ha llegado la hora de la verdad al sector agropecuario colombiano. Lo digo, no solo gracias a la devaluación y a la entrada en vigencia de la autorización de ingreso de varios productos de Estados Unidos, sino también por el plan del presidente Santos de desarrollar la Altillanura, proyecto que hoy acompaña la Universidad Americana de Purdue, y sobre todo por el proceso de paz que permitirá desarrollar zonas productivas que en su momento fueron imposibles debido al conflicto armado.
Hemos escuchado que Colombia es un país con enorme potencial agropecuario pero, es lamentable, la sensación de muchos colombianos es que hablamos de potenciales pero difícilmente los desarrollamos. Ya sea por presencia de la guerrilla, falta de infraestructura...